Ya sé porqué aquel día me dijiste lo que sentias,
ahora comprendo tu mirada complice.
Cada beso que me diste fue real,
tan real como que ya no estas.
Se amontonan las visitas, las llamadas...
Pero vuelvo atrás, cuando tu mano acariciaba mi mano, cuando todo era real... y volaban las palabras, que ignoraba sólo entonces.
Sigo el camino que sellaste con tus labios para sumergirme en tu recuerdo y salir después a flote.
Inspirada en la pelicula: Posdata: Te Quiero...
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2 comentarios:
El recuerdo... que a veces nos hace bien y a veces nos hace tanto mal...
Pero, cómo evitarlo? Si los recuerdos tienen vida propia, y nos asaltan cuando menos lo esperamos, en ocasiones cuando menos lo necesitamos...
En cualquier caso son inevitables, y habremos de aprender a convivir con ellos...
Por aquí ando, a la sombra de mis propios recuerdos, buscando algo de luz para huir de ellos...
(Sólo de algunos, claro ;)
Muchas gracias por tus visitas Esther... Denotas mucha sensibilidad en tus palabras...
Por qué huir? A mi me gustan, aunque a veces hagan daño, no quiero olvidar, aunque sí es cierto que a veces aparecen en el momento menos esperado
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