Paseamos juntas por el camino de piedras que nos devolvía a casa. Sin querer recordabamos historias que nos hacían reír, solo el aire nos hacía compañía y cuanto más nos reiamos, más fuerte soplaba el viento.
Se nos apagó la luz cuando buscamos nuestras huellas , no existía el tiempo, no vimos llegar la noche.
El paisaje calmó la ansiedad de correr, la paz atravesó como una flecha mi alma. A oscuras seguíamos el compás de nuestras pisadas, sacando a la vez el frío de los bolsillos y guardando ese instante tan Mágico.