Ni una piedra, ni una triste y sola partícula de arena en un mar en calma tras una tormenta. . . Ni siquiera el sol me molesta cuando cierro los ojos.
Respiro la pureza que dejaron tras de sí unos cuantos locos. . . y embarco hacia el centro del oceano, donde más tranquilo el mar descansa; Sóla en calma decido cuando voy a despertar. . .
No hay comentarios:
Publicar un comentario